3 cinefotógrafos mexicanos de calidad mundial
Estos cinefotógrafos mexicanos tienen una carrera muy destacada, manteniendo viva la tradición de Gabriel Figueroa, Alex Phillips Jr., Rosalío Solano u otros grandes que marcaron una tradición importante ganando premios internacionales de renombre. En el caso de estos tres fotógrafos de los que a continuación hablamos, todos empezaron su carrera en México y la han continuado principalmente en Hollywood.
01RODRIGO PRIETO
Nació el 23 de noviembre de 1965. Ha sido colaborador habitual de Alejandro González Iñárritu. Lo han nominado al Oscar en dos ocasiones, en 2006 y 2017: por Secreto en la montaña (2005), de Ang Lee, y por Silencio (2016), de Martin Scorsese. En México ha ganado cuatro veces el Ariel: por Sobrenatural (1996), de Daniel Gruener; Un embrujo (1998), de Carlos Carrera; Amores perros (2000), de González Iñárritu, y Biutiful (2010), del mismo director. Por la película Lujuria y traición (2007), de Ang Lee, recibió un reconocimiento por su técnica en el Festival de Venecia.
Su primer largometraje como director de fotografía fue El jugador (1991), de Joaquín Bissner. Su primera película en Estados Unidos fue Ricky 6 (2000), de Peter Filardi. Hizo Frida (2002), de Julie Taymor, y Pecado original (2001). Trabajó con Pedro Almodóvar en Los abrazos rotos (2009) y con Ben Affleck en Argo (2012). Ha estado ligado a la obra de Martin Scorsese de los últimos años.
A la revista Cambio le dijo: “Tengo una necesidad de expresión. En la vida hay como muchas reglas, vivimos en una sociedad donde te tienes que comportar de una manera u otra y todos tenemos ciertas oscuridades en nuestro corazón. Y creo que el arte te da la oportunidad de expresar esas cosas. La fotografía es un medio de expresión tal vez un poco más abstracto, en el sentido de que no estoy yo sentado escribiendo un guión en el que con palabras estoy expresando algo, o incluso dirigiendo a un actor para que con un gesto muestre una expresión. Lo hago con iluminación, con color, con textura, con movimiento de cámara, escogiendo ciertas ópticas. Sin embargo, es una expresión también y ahí es donde saco yo mis rollos. Para mí es muy importante seguirlo haciendo, para seguir sacando ahí esas ondas y no sacarlas en mi convivencia del día con el resto de la sociedad”.
02EMMANUEL LUBEZKI
Es el único fotógrafo que ha ganado el Oscar tres veces seguidas: en las ediciones de 2014 a 2016, por Gravedad (2013), de Alfonso Cuarón; Birdman o la inesperada virtud de la ignorancia (2014), de Alejandro González Iñárritu, y El renacido (2015), también de Iñárritu. Su primera nominación de las ocho que tiene a este premio la obtuvo por La princesita (1995), de Alfonso Cuarón, cineasta mexicano con el que se le ha asociado creativamente y con el que ha trabajado en varias películas. También ha sido colaborador asiduo de Terrence Malick.
Lubezki, quien nació el 30 de noviembre de 1964, ganó asimismo tres premios Ariel seguidos entre 1992 y 1994: por Como agua para chocolate (1992), de Alfonso Arau; Miroslava (1993), de Alejandro Pelayo, y Ámbar (1994), de Luis Estrada.
A Life and Style, Lubezki le dijo: “Sin luz no hay película. Para mí se trata del gran caldo que soporta toda esta sopa que llaman el cine. Algunos directores la usan sabiamente y otros no, pero el punto de partida es que se puede hacer un filme sin actores o música, pero no sin luz. Está abajo de todo y puede expresar todo lo que quieres decir en una escena. Soporta lo que quieres que la gente sienta al ver… en definitiva, es el caldo del cine”.
03GUILLERMO NAVARRO
Fue el primer fotógrafo mexicano en ganar el Oscar en este rubro, por la única nominación que ha tenido: El laberinto del fauno (2006), de Guillermo del Toro, el cineasta con el que ha colaborado frecuentemente desde Cronos (1993). Empezó su carrera en los años ochenta, con cineastas como Luis Mandoki, Alejandro Pelayo, Alberto Cortés o Jaime Humberto Hermosillo, así como con Robert Rodriguez y Quentin Tarantino en los años noventa.
A Hollywood North Magazine, Navarro le dijo:
“Busco piezas donde existe la oportunidad de crear un mundo. Cuando no solo estás documentando la realidad. Trato de encontrar piezas donde tienes que recrear un pasado o un futuro o donde puedes crear una realidad paralela o todo un mundo en sí mismo. Lo hicimos en las dos de Hellboy y en otras”.
A American Cinematographer le dijo: “Cuando creces en el tercer mundo tienes que hacer un esfuerzo extraordinario por superar la mediocridad. Para mí era un deber estar bien preparado. Era un deber aprender muchos lenguajes. Tu técnica y tu trabajo tiene que ser lo mejor. Llegas aquí con herencia cultural. No solo tienes un punto de vista y una visión del mundo, pero hay una riqueza en lo que eres por cómo lo aprendiste y cómo te convertiste. Luego está el proceso de volverse bicultural. Nunca pierdes tus orígenes ni tu identidad pero comprendes este mundo, y tratas de contribuir a un entendimiento del mundo. Encontramos las diferencias y similitudes. Construimos puentes y contribuimos a una mejor comprensión de estos dos mundos”.