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Acapulco en el cine

En los años cincuenta, Acapulco se convirtió en el destino vacacional favorito de México, tanto de nacionales como extranjeros. De hecho, en 1949 se hizo la Costera Miguel Alemán y ya para 1957 era un destino tan cool que hasta John F. Kennedy se casó ahí con Jacqueline antes de convertirse en el presidente de Estados Unidos.

 

Era obvio que Acapulco también se volviera una locación tanto de la cinematografía nacional como la de Estados Unidos. Así pues, aquí una brevísima selección de producciones fílmicas situadas en el puerto guerrerense.


La perla (1947), uno de los clásicos de Emilio Indio Fernández por el que el fotógrafo Gabriel Figueroa fue premiado con el Globo de Oro y en el Festival de Venecia (donde El Indio se llevó el premio internacional), se filmó en Acapulco para abordar la historia de una pareja de pescadores que encuentra una perla pero que debe superar el asedio de los ladrones.


Ese mismo año, Orson Welles, quien ya había debutado con su prodigiosa Ciudadano Kane (1940), hizo parte de La dama de Shangai en el puerto. Una historia de cine negro en la que un marinero irlandés, interpretado por el propio cineasta, queda envuelto en intrigas y asesinatos.

 

 

Una de las tantas películas de Tarzán también se filmó en Acapulco en aquellos primeros años de apogeo: Tarzán y las sirenas (1948), protagonizada ni más ni menos que por Johnny Weismuller y que ya presentaba los espectaculares clavados de La Quebrada.

 

A Germán Valdés, Tin Tan, le fascinaba Acapulco. Ahí aprovechó para hacer, primero, Simbad el mareado (1950), una de esas tropicalizaciones de clásicos literarios que tanto le gustaban. También tuvieron el puerto como locación El cofre del pirata (1958), El tesoro del Rey Salomón (1962), Tintansón Crusoe (1964), su gran fracaso comercial dirigido por él mismo: Capitán Mantarraya (1969), Caín, Abel y el otro (1970) y Acapulco 12 22 (1971).

 

 

Cantinflas tuvo también su película en el que ya para entonces era el paraíso turístico mexicano. El bolero de Raquel (1957) se desarrolla en este lugar. Pocos años más tarde, el puerto fue escenario de Fun in Acapulco (1963), con Elvis Presley.

 

 

La decadencia llegó no mucho después, con Viruta y Capulina y algunas otras indecencias. En los ochenta, Acapulco volvió a ser locación para el cine internacional. Costa-Gavras lo hizo pasar por Viña del Mar en Missing (1982) y ahí Sylvester Stallone filmó Rambo II (1985) como si se tratase de Vietnam. En James Bond: licencia para matar (1989) lo convirtieron en un país ficticio.


Aquí podrás encontrar cinco películas mexicanas situadas en Acapulco. En 2016, Guillermo Iván filmó Welcome to Acapulco, comedia de acción con Michael Madsen, William Baldwin, Ana Serradilla y Ana Layevska. Es una de varias películas que se han filmado recientemente allá.  

 

¿Y cómo olvidar a la entrañable No se aceptan devoluciones, de Eugenio Derbez, que continúa siendo la película mexicana más taquillera de la historia?

 

Próximamente, volveremos a ver a este bello puerto en una cinta mexicana: Ya veremos. En esta (que estrena el 2 de agosto), Santi es un niño que se está quedando ciego y que tiene una lista de deseos de cosas que quiere ver antes de perder la vista, entre las que está ir con sus padres (Mauricio Ochmann y Fernanda Castillo) a Acapulco. La escena más conmovedora de la película ocurre precisamente en La Quebrada.

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