Entrevista con Christian Vázquez y Germán Valdés
El próximo 31 de marzo se estrena la comedia 3 idiotas, adaptación de la película india homónima. Dirigida por Carlos Bolado, presenta la historia de tres amigos universitarios que, después de un tiempo, no han vuelto a ver a uno de ellos, desaparecido justo antes de su graduación. Así que cuando Isidoro (Vadhir Derbez), quien siempre confronta al trío, busca a Beto (Germán Valdés) y Felipe (Christian Vázquez) para decirles que ha encontrado a Pancho (Alfonso Dosal), el desaparecido, no dudan en acompañarlo a su encuentro. Lo que Isidoro quiere es hacerle pagar una apuesta.
Para Christian Vázquez, quien hace el papel de Felipe, es precisamente el tema de la amistad uno de los más importantes de la cinta. “Yo quisiera que la película transmitiera ese mensaje, que a uno se le antoje tener un amigo como estos tres idiotas, un amigo honesto, leal, que te apoye en las buenas y las malas”. Otro de los mensajes, dice, es que la gente se preocupe por hacer lo que le apasiona.
“Creo que hoy en día hay que hablar de esto en México –dice por su parte Germán Valdés–, en el mundo diría, pero ahorita más aquí, porque están pasando muchas cosas que ya sabemos. Esta película se va a enfocar mucho, considero, a jóvenes entre 18 y 25 años, que van a ver esta película y decir: claro, tengo que tomar buenas decisiones. O incluso a personas mayores que dirán: no hay problema si doy vuelta en U y tomo otra decisión porque lo que estoy haciendo ahora no me hace feliz. Y creo que eso es importante hablarlo en México: ¿qué te hace feliz?, ¿eres feliz con lo que haces?”
Beto Cervantes, el personaje de Germán, precisamente atraviesa una etapa en el cual su papá le impone estudiar una carrera cuando él quiere estudiar otra. Y es Pancho (interpretado por Alfonso Dosal) quien le anima a cambiar el rumbo. Felipe, por su parte, es el primero de su familia en ir a la universidad, lo que lo hace sentir abrumado. Y aunque es muy estudioso, él mismo no se la cree hasta que conoce a Pancho y lo anima a enfocarse. “De ser un miedoso y de toda esta cosa de los nervios, llega a ser la persona exitosa que siempre buscó ser”, dice Christian.
Tanto Germán como Christian llegaron al proyecto mediante casting. “Mi teoría fue que pensaron en las personas más idiotas que tenían a la mano, y no me refiero a idiota en el sentido insultante, despectivo; creo que el ser idiota es hacer las cosas de una manera diferente a las demás”. Después de ver la película original, un musical de tres horas al que le rinden un homenaje explícito al final de la versión mexicana, y quedar conmovido por ella, Germán supo que quería participar en esta cinta. “Ya con esa energía en mi corazón te apuesto que en el casting, y por eso me debí de haber quedado, le eché todas las ganas del mundo. Eso fue lo importante y lo que terminaron viendo: esa energía. Me dejaron escoger un personaje y escogí al que menos se parecía a mí”.
Aunque Christian también audicionó, a él lo invitó Carlos Bolado, el director, con quien ya había trabajado en el drama Tlatelolco, verano del 68. Haber trabajado bajo su dirección, dice, “fue un viaje muy generoso en todos los sentidos, de aprendizaje, de poder jugar y a la vez estar aprendiendo. Carlos es una de las personas más cultas que he conocido, entonces todo el tiempo tenía una anécdota, todo el tiempo trataba de hacer ameno el rodaje. De repente hay cosas técnicas que no ayudan y Carlos siempre nos tranquilizaba y siempre daba la mejor cara para todo. Yo había trabajado con él y por eso estaba un poco nervioso con la cuestión de la comedia, pero creo que esos nervios nos ayudaron a todos a hacerlo lo mejor posible”.
Germán dice que Carlos lo ayudó mucho en el sentido de que antes de cada toma veía la escena a la que hacía referencia en la película original para tomar más o menos el mismo rumbo. “Me dijo: estamos haciendo una adaptación, si fuéramos a hacer lo mismo, idéntico, te lo paso, pero me gustó mucho liberarme de esa situación porque al momento en que pude soltar eso, pude disfrutar la película y al personaje como era”.
Los actores, asegura Christian, se llevaron muy bien desde el principio.