Humberto Hinojosa habla de Camino a Marte
El director Humberto Hinojosa se ha mantenido bastante activo desde que debutara con Oveja negra (2009). A partir de entonces ha hecho tanto películas como series, explorando diversas temáticas y géneros, pero manteniendo un factor común: uno de sus personajes tiene una pérdida y en la historia que cuenta trata de subsanarla o, por lo menos, confrontarla. Puede ser el adolescente que pierde la audición en el drama I hate love (2012), la chica que pierde su fortuna y cuya vida peligra en el thriller Paraíso perdido (2016) o la adolescente que está por perder la vida en Camino a Marte, película que de algún modo se inserta en el género fantástico.
Hinojosa filmó esta última en la península de Baja California, desde Tijuana hasta La Paz. Lo hizo como una roadmovie con escenarios que parecen de otro planeta y con una economía de personajes, lo cual también ya es parte de su sello. La historia involucra a Emilia (Tessa Ia) y Violeta (Camila Sodi), quienes se dirigen a la playa de Balandra mientras un huracán con una fuerza nunca vista, de nombre Mark, amenaza el país. Ahí encuentran un hombre extraño (Luis Gerardo Méndez), a quien se llevan con ellas. Él sostiene que es de otro planeta y que su misión es destruir la Tierra.
“Hace como dos años escribí un cuento y de ahí se lo mostré al productor, porque tenía ganas de hacer algo justo sobre los efectos naturales, como los huracanes, a los que se les pone un nombre –explica Humberto–. Pienso que cada uno toma una personalidad propia. En el cuento que escribí me preguntaba qué pasaría si conocieras un huracán como Wilma. Contaba que conocías a un fenómeno y te daba el punto de vista del humano, era un poco más lírico y le gustó la idea al productor. Hice a dos jóvenes que viajan y son aventureras, se divierten, tienen problemas, están haciendo un viaje; la gente puede identificarse fácil con ellas. Después les puse a alguien que se cruza en su camino y es Mark. Nunca te dicen si es de aquí o de dónde, simplemente empieza a cuestionarlas todo el tiempo y hacer muchas cosas irreales y conforme pasa la película dices que quizá sí sea quien dice ser”.
Humberto asegura que desde que escribió el guión, sabía que el personaje de Mark era para Luis Gerardo. “Llevo con él una relación muy buena desde hace muchos años, sabía que él podía hacer a este personaje, que es muy complejo porque está en una línea muy delgadita en la que puedes perder el tono y, en vez de parecer de otro lugar, dar la idea de un psicópata”.
Incluso, Luis Gerardo hizo aportaciones al guion, lo mismo que Camila y Tessa. “Yo trabajo así con los actores: el guion nos sirve de guía pero dejo que ellos construyan, que hagan a sus personajes y les pongan ciertos diálogos que los lleven a los lugares que a lo mejor yo no me hubiera animado a ir”.
Humberto también tiene como sello ubicar sus historias alrededor de pasajes naturales. “Pienso que le generas una atmósfera única a las películas. Con el paso del tiempo las veo y de alguna forma se sienten hermanas. Eso es muy padre porque generas cierta atmósfera para los personajes y México tiene lugares espectaculares que dan para no parar de filmar, podría hacer cien películas y no se acaban las locaciones”.
En cuanto a tema, el amor parece lo suyo. “Es como el motor de todas las historias, como que yo me identifico mucho con la etapa de la adolescencia, con la adultez primeriza, con ese sentimiento que te va definiendo y es el parteaguas de lo que es tu vida”.