Mauricio Isaac es Tadeo en Mentada de Padre
Mauricio Isaac se sintió atraído de participar en Mentada de padre porque “era la posibilidad de contar algo diferente y además con amigos. Eso no garantiza nada, simplemente era la posibilidad de hacer del trabajo algo divertido”. Él interpreta a Tadeo, el inocente de los cuatro hermanos Márquez Castillo que compiten por ganar la herencia paterna. Esa inocencia, dice, podría traducirse “en que es muy tonto, pero había que hacer que esa característica no se volviera ni simplona ni cliché. Entonces me parecía padre la posibilidad de hacer a un inocentón”.
Y sostiene que el hecho de que tuvieron que construir a sus personajes sobre la marcha no fue “por flojera o por falta de rigor, sino todo lo contrario: estábamos tan comprometidos con la historia, y cada de uno de nosotros con su personaje, que solamente fuimos consecuentes a lo que íbamos construyendo en el camino. Se trataba de generar la mejor situación posible para poder construir una película diferente”.
Dice que trabajar bajo las órdenes de dos directores, en este caso Fernando Rovzar y Mark Alazraki, fue divertido. “Había tal nivel de escucha entre todos que nunca hubo realmente ni falta de entendimiento ni poca claridad. Entonces, además de que se llevan muy bien, son compadres y toda la cosa, son muy diferentes, por lo que se enriquecía muy bien”.
En cuanto al tema de la fama que se aborda en la película, Mauricio asegura que “eso es muy relativo, o sea lo que es sólido en todo caso es la experiencia de cada uno. Para mí Mentada de padre fue una experiencia de vida porque la hice con mis amigos, porque me gusta el resultado, porque me la pasé muy bien. La verdad, le deseo y le auguro éxito, pero eso ya es otra cosa, ya no depende de uno y entonces la fama también es efímera, es super relativa y no quiere decir nada en realidad. Es una ilusión”.
El año pasado, Mauricio Isaac, un actor conocido en el ámbito teatral, protagonizó Eres mi pasión al lado de Mariana Treviño. Para él, este boom de comedias en el cine mexicano responde a varios fenómenos. “Como la realidad, que está bien cabrona, y que la gente necesita distraerse de una manera y va, por evasión o por entretenimiento, pero creo que no quiere ver ahora en el cine más narcotraficantes matándose entre sí, creo que en ese sentido las comedias tienen su función, desde la historia, desde los griegos, pero hablando específicamente del cine creo que tiene que ver con eso: con la necesidad de distraerse y entretenerse y olvidarse por dos horas de todo lo demás. Pero lo que me gusta de Mentada de padre es que se sale del esquema que ya sabemos que existe dentro de las comedias en México”.
A Mauricio Isaac la escena que más le gustó fue una en la que los cuatro hermanos comienzan a mentarse la madre. “Ya era de los últimos días de filmación y era liberador, y no porque nos quisiéramos mentar la madre, sino que era como el punto álgido de todo”. Y la que menos disfrutó del rodaje fue una de las primeras que hizo. “Cuando mato a los venados sin querer, fue la que más odié en su momento. Después de la toma diez en que me tenían que bañar en sangre, además de que estaba lleno de espinas y empezaba a hacer mucho frío. Y decían acción y me pedían que gritara más fuerte, y entonces, bañado en sangre, llega un punto en que dices espérate, pero el chiste es que quede bien. Esa fue la que dije: ya no puedo estar repitiéndola”.