Armando Hernández y el sismo del 85
Hace algunos años, Armando Hernández y Kuno Becker se encontraron en Los Ángeles. Ya se conocían porque habían hecho una película juntos. Entonces Kuno le platicó su idea sobre la cinta que ahora se llama El día de la unión, sobre el terremoto del 19 de septiembre de 1985.“Me llamó mucho la atención desde el principio –dice Armando– y yo fui quien en ese momento le dije: ‘oye Kuno, por favor, no me des el papel, sino dame la oportunidad de hacer el casting. Yo no conozco la historia, pero me gustaría ser parte por el simple hecho de contar algo tan relevante como lo fue el terremoto del 85 y que hizo una diferencia en la sociedad’. Pasó un tiempo, él me buscó y después de una serie de castings, me quedé con el papel. Para mí era emoción y alegría”.
Filmaron en 2016. “Lo que no contábamos es lo ocurrido en 2017 y que cambió la visión, la perspectiva y todo, pero yo creo que con el mismo fin: contar una historia que nos involucre a todos, como personas, como sociedad, como país. Es la oportunidad de darle rostro a historias, a héroes anónimos, a estas asociaciones civiles que de alguna manera florecieron en el 85 y por qué no, el año pasado también”.
–¿En algún momento hubo temor de que se les acusara de oportunismo?
–Por supuesto. Habíamos hecho la película un año antes y estuvimos a punto de estrenar justo cuando ocurre esto. Sí sabíamos que podíamos ser señalados, pero a final de cuentas, es ese homenaje que, insisto, nos representa y nos identifica. Las cosas ya sucedieron como tal y no hay vuelta de hoja. También es una oportunidad para la gente de ver esta historia y sentirse orgullosa, claro que puede haber muchos sentimientos con lo ocurrido el año pasado, pero desde un principio queríamos hacer reflexionar a la gente en el sentido de que no esperemos a estar en una tragedia para que nos unamos.
Aunque el tema le emocionó, cuando Kuno le contó cómo quería que se viera su película, a Armando, uno de los actores más recordados de Amar te duele , le parecía “muy disparatado, pero luego lo empecé a ver y dije se la rifó porque es la primera vez que me cuentan la historia como va a suceder y así sucede”.
La filmación implicó un reto en cuestión física.“No fue fácil estar viviendo todos los días con el polvo. No era fácil estar en esos sets y, si mal no recuerdo, fueron 11 semanas en las que estábamos trabajando todos los días con estos sets incómodos: había que estar agachado, todo el tiempo con humo, con polvo, con agua, pero no había otra forma de hacerlo. Fue una gran experiencia”.
Kuno mandó a Armando a hacer más ejercicio para que tuviera mejor condición física y pudiera aguantar las exigencias del rodaje, que eran emocionales, psicológicas y físicas. Durante la filmación tuvieron un “pequeño percance: la combinación de todos estos químicos y todo esto que traíamos, entre maquillajes, polvos, sintéticos y demás, tuvimos un pequeño accidente cuando teníamos que estar mojados. Se combinan estos elementos y nos caen en los ojos y viene un problema con la vista en pleno rodaje. Eso fue muy alarmante, pero afortunadamente veo bien, y Kuno también”.
Armando contó con la libertad creativa de poder intervenir y proponer cosas de su personaje. Si Kuno, como director, estaba de acuerdo, las adoptaban (como fue el caso del discurso); si no, le decía que no se confundiera.
Y tuvo la oportunidad de ver mucho material grabado ese 19 de septiembre, que era inédito hasta ahora pues “en su momento fue censurado. Yo tenía tres años cuando fue el terremoto del 85 y no tenía como una referencia y mucho menos vivencial de cómo había sido ese terremoto y cómo había repercutido.La única información que tenía al respecto es la que conocía de parte de mi familia, de mis papás, de mis abuelos, de gente que había tenido buena o muy mala experiencia al respecto. Una vez que empecé a ver este material, me ayudó a entender y comprender la magnitud. A pesar de que había imágenes, videos, ahora en la actualidad con el acceso que podemos tener, pues no se comparan a lo que yo vi realmente, que era más fuerte, más impactante, y que en su momento fue censurado. Yo había tenido acceso. Y a mí me ayudó a comprender. Si hubiéramos hecho esta película después de lo ocurrido el año pasado, hubiera sido otra la percepción, pero fue gracias a todo quienes hicieron este trabajo y este material al que tuve acceso el que me ayudó a poder recrear”.
El día de la unión es una oportunidad para reflexionar, “para darse cuenta que podemos hacer la diferencia, que podemos hacer un cambio cuando realmente nos lo proponemos. No necesitamos vivir una tragedia, yo creo que la gente tiene oportunidad de ver esta película para sentirse orgullosa de lo que somos como sociedad. En nuestros tiempos se ven muchas diferencias de cualquier índole, y esta película nos hace recordar que somos humanos, que somos mexicanos y después somos un país. Como dice el eslogan: es cuando México se hizo uno, es la oportunidad de hacernos uno”.