“Quiero recordarles que México es el mejor país”: Kuno Becker
“No quiero ser tan pretencioso como sueno, pero quiero que mi audiencia recuerde siempre estos eventos –dice Kuno Becker al respecto de El día de la unión, su segunda película como director que ubica el 19 de septiembre de 1985, momentos antes, durante y después del terremoto de aquel año–. Aunque sea una persona o dos, o cinco o diez millones, no porque me vaya a tocar nada, sino porque quiero que la gente la vea, que sienta. Quiero recordarle a México quiénes somos y que somos el mejor país del mundo. Esta película no trata en sí de los sismos sino de lo que sucedió con la sociedad civil, de cómo nos detonó, nos rebotó la unión a pesar de la tragedia. Y a pesar de lo que sucedió, mucha gente se unió, como en el 17”.
Kuno explica que El día de la unión, en la que también tiene créditos como guionista, editor, cocompositor, productor y actor, se filmó hace ya dos años y que de hecho él tenía el guión desde hace 15.“Yo iba a ser el protagonista, pero lo empecé a escribir y puse a Armando [Hernández] porque era para donde iba la historia. Y cuando vi el corte, él es el primer crédito, él es el protagonista, él se lleva la película, él conmueve de una manera increíble. Es una sensación muy distinta a lo que jamás había sentido, de sentirte orgulloso de alguien que le da la vida a lo que escribes. Le dije que hiciera suyo el personaje, que se lo apropiara, y lo hizo. El guión no estaba escrito en piedra”.
Armando interpreta a Javier, un ingeniero civil convertido en taxista a quien sorprende el sismo en las calles del Centro Histórico de la Ciudad de México. Todavía aturdido, decide ayudar en las labores de rescate y lidera al grupo que se forma espontáneamente.
“Estaba como niño en juguetería, todo el día. Era muy chingón porque podía hacer mis simuladores y lo que quería. Pero, aparte, el apoyo que sentí. Tuvimos unos efectos visuales de verdad de sueño y momentos que funcionan, y la música que funciona”.
Recrearon en set un edificio colapsado y una calle llena de escombros. Recrearon el movimiento. “Requería mucha precisión porque vienen 500 artistas de fondo atrás, humo controlado, fuego controlado, una placa que se desploma, efectos especiales donde va a haber visuales encima después en posproducción. Yo estaba como en Disneylandia”.
“Cuando sucedió esto del 17, el mismo día, el 19 de septiembre, entendí más por qué la habíamos hecho y mucho más claramente. Aunque me deprimí muchísimo primero. Dije: ya valió, nadie la va ir a ver. Luego dije: por algo pasó esto y ahora la gente ya está más conectada con la historia, lo vivieron muchos en la Ciudad de México, y en algunos municipios de otros estados. Por eso ahora al final puse los estados, el himno del pueblo, porque ‘Cielito lindo’ de repente surgió, nació de la gente, de los corazones, como dice la canción. Y me conmovió eso”.
Kuno quiso “hacer una película inspiracional, que hablara de lo que detonaron esos eventos, una película que hablara de unión, que hablara de amor, de que somos los más chingones del mundo. Y hay que decir, entenderlo, saberlo y decirlo. El cine es sagrado, por eso para mí es tan importante que se toque a la audiencia, que quede nuestra premisa clara. Que aunque sean tres quienes vean la película, que no olviden lo que nos unió y lo que pasó”.