Hoze Meléndez interpreta a Tomás, un joven con autismo

A Hoze Meléndez le pareció un reto interpretar “un personaje con autismo y todo lo que conlleva la investigación y construcción del personaje y después ver el cariño que María le tenía al proyecto y el amor de cada uno de los que participaron en él”. Hoze protagoniza ¿Conoces a Tomás?, ópera prima de María Torres en la que tiene el papel del Tomás del título.

La preparación, dice el actor, fue un proceso largo. Primero con las referencias que le envió la realizadora y guionista y luego, antes de empezar el rodaje, Hoze asistió a la Clínica Mexicana de Autismo, CLIMA. “Estoy superagradecido con ellos, con sus terapeutas, porque nos abrieron las puertas, no solo a mí sino también a otros actores y a María, para poder estar cerca de los chavos autistas que asisten ahí”.

Participaron en actividades dentro de las aulas y también fuera de la escuela. “Eso nos ayudó muchísimo, a mí sobre todo, en la construcción de Tomás. En la clínica conocí a José Carlos, un chavo con autismo con el cual estuve muy cerca, me convertí literal en su sombra, para conocerlo más que para aprenderlo y estudiarlo porque no me gusta pensarlo así. Me abrió bien padre los brazos para una amistad y estuvo padre ese crecimiento que no solo fue como actor, sino como ser humano, hubo un mundo nuevo que se me presentó gracias a la película y estoy muy agradecido con eso”.

De hecho, Hoze salió en personaje junto con María. “Nunca había hecho este juego de salir a la calle como personaje y poder investigar en la calle, sin que nadie se diera cuenta que yo no era un chavo autista. También fuimos a un taller de pintura, como de manualidades, al que invitan a los chicos de CLIMA al Museo de la Ciudad. La tutora me dijo: vas como Tomás, y los instructores del taller no sabían que yo no era un chavo con autismo. Y estuvimos dos horas de taller pintando y con las terapeutas orientándome. Fue un proceso bien bonito, bien enriquecedor y bien loco”.

Algo que Hoze cuidó mucho al momento de hacer a Tomás fue trabajar con respeto y honestidad. “Estuve todo el tiempo superconsciente de no convertir mi personaje en una caricatura o como en un autismo de libro. Hay varias características que tienen los chicos con autismo, como que caminan de puntitas o son supersensibles. Unos días antes de empezar a filmar, pensé y desmenucé cada una de las escenas, cada cosa que hacía Tomás para plantear ciertas características de Tomás en cada escena, pero sin llenarlo de clichés. Independientemente que sea basado en una condición, creo que sí fue más de elegir en qué momentos Tomás iba a tocarse las manos, sin cerrar la posibilidad a la improvisación en el momento en que estuviéramos grabando en el set, donde tuve la libertad en el set de proponer cosas y de poder jugar”.