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Joaquín Bissner habla de Te juro que yo no fui

Te juro que yo no fui, película que estrena este 12 de octubre, es un proyecto que Joaquín Bissner escribió hace más o menos 28 años. Originalmente la hizo en inglés, “pensando en un mercado norteamericano de películas de comedia, incluso con un humor similar. Un par de años después la traduje al español, pero no se la ofrecí a nadie. Se me cruzaron otros proyectos y lo dejé en el cajón. Y muchos años después, digamos que unos 20, me pidieron un guión de comedia. En ese momento no tenía ninguno, pero me acordé de este”.

 

Sin embargo, no pasó nada hasta dos años después, cuando le dijeron que el financiamiento estaba listo. Ni siquiera recordaba de qué película le hablaban.“Así se dio la oportunidad de hacerla, es decir, fue algo imprevisto, no estaba en mis planes inmediatos para filmar. Es un proyecto muy viejo que rescatamos, que reescribí y que en unos cuantos días sale a la luz en los cines”.

 

La historia es prácticamente la misma que la concebida originalmente.“Es una comedia de aventuras romántica en una playa. Hice una adaptación temporal en cuanto a elementos, como el caso del celular, y una manita de gato corrigiendo algunos diálogos, modificando algunas secuencias, pero quedó en esencia lo que yo había escrito hace 27, 28 años”.

 

La película se centra en el talentoso contrabajista Ludwig (Mauricio Ochmann), quien se involucra por accidente con Rebecca (Marta Hazas), una atractiva española que le pide ayuda para escapar de dos árabes que la persiguen y que supuestamente le quieren robar un diamante. Todo se complica cuando aparecen Mónica (Ariadne Díaz), la celosísima esposa de Ludwig, y Maya (María Aura), una chiflada ex novia extranjera de él. Y todo empeora cuando Ludwig se da cuenta que las cosas no son lo que parecen.

 

Ochmann llegó al proyecto porque leyó el guión en casa de una amiga actriz a la que Joaquín se lo había hecho llegar cuando se lo pidieron en primera instancia. Mauricio le llamó un día al director para decirle que estaba interesado. Cuando el financiamiento estuvo listo, Joaquín lo volvió a contactar.“Mauricio seguía interesado y dijo que la hacía. Digamos que así de fácil fue. Y con la actriz española, por motivos de la historia necesitaba alguien de esa nacionalidad e hice un casting muy grande, tanto en México como en España. Me entrevisté con muchas estrellas de cine de allá. Todas me dijeron que querían hacer la película, pero no coincidían sus fechas con las nuestras. Y en el casting, que se lo hicimos básicamente a actrices conocidas, pero de televisión, Marta Hazas fue la que lo hizo mejor, le gustó el proyecto, negociamos y se vino a México a hacer la película”.

 

Joaquín filmó durante ocho semanas, la mayor parte del tiempo en Cancún, en Playa Mujeres, zona residencial en la parte norte de aquella ciudad, justo enfrente de Isla Mujeres, donde también filmó algunas secuencias. Y varias escenas en el mar, entre Isla Mujeres y Playa Mujeres, porque hay muchas escenas de lanchas y persecución en jetski. “Es una película que, aunque comedia de situación y romántica, tiene bastante acción”.

 

 

Por eso, el rodaje duró ocho semanas, un tiempo superior al promedio de filmación en México. “Lo tuvimos que hacer así porque estas escenas de acción se llevan muchísimo tiempo. Dentro de la disciplina de hacer cine, las escenas donde hay mucho texto, te vas muy rapidito porque no hay que hacer grandes ejecuciones técnicas. Y en el caso de la acción teníamos un elemento muy complejo: yo nunca había trabajado en el mar, pero es muy complejo trabajar ahí; tiene una vida propia. Me acuerdo de situaciones donde se te movía la lancha con el actor por el oleaje y la marea sube. Realmente el mar se pica en ciertas horas de la tarde y secuencias que tenías en mente filmar de una forma muy relajada se complicaban porque de pronto ya empezaba la marea a crecer. Y eso lleva mucho tiempo, mucha preparación. Si piensas en una logística, si filmas en una calle normalmente están los campers de los actores donde los maquillan, donde se visten, donde entran al baño. A mitad del mar resulta que debes tener un yate específico como baño, otro como camerinos, otro para transportar a los técnicos, otro donde va la cámara. Es realmente un manejo de equipo y de gente muy complejo que lleva tiempo. Entonces es mucho más complicado hacer secuencias de esta índole”.

 

Joaquín le pidió a sus actores disciplina ante todo. “El cine es un arte que requiere de mucha disciplina aunque estés haciendo comedia, que pudiera parecer lo contrario, que estás chacoteando. Para hacer reír requieres de una casi matemática en el set y divertirse. Si realmente un actor no se divierte con lo que está haciendo, es difícil que proyecte en pantalla. Es lo que más importa en el trabajo actoral: que se la pasen bien, que disfruten lo que están haciendo”.

 

En la cinta, Joaquín hace un cameo:

 

 

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