Osvaldo Benavides es Fernando en Todo mal
Todo mal fue un reto que implicó ensayos durante seis meses y la pregunta constante de los actores sobre si estaban haciendo las cosas bien. Y es que la película, una comedia de acción, cambia de tono conforme avanza la trama. “Actoralmente –explica Osvaldo Benavides, quien interpreta a Fernando– hay una transición tonal de una comedia realista a lo enloquecido que se vuelve. Nosotros como actores, al igual que Issa López, también tuvimos varios momentos de decir ‘madre mía, ¿te cae que vamos a hacer eso?’ Lo cierto es que luego llegábamos después de mucho tiempo de trabajo, de muchos ensayos”.
Pero, a pesar de estas dudas, dice Osvaldo, “que son naturales, y por la confianza que se había generado por el trabajo que hicimos seis meses antes de empezar a filmar, no solo hacíamos lo que nos daba miedo hacer, sino que nos íbamos hasta el otro lado. Lo superábamos, nos seguíamos de calle. De pronto decían corte y decíamos ‘nos volamos la barda y funciona’. Y funciona porque te dejas ir sin miedo”.
En Todo mal, el personaje de Osvaldo es un diplomático que debe recibir el penacho de Moctezuma justo el día de su boda. Pero lo dejan plantado en el altar y eso provoca que se lleve la reliquia y viva un día de perros en el que acaban involucrados sus primos, su novia y unos matones.
Osvaldo fue el primer actor en ser integrado al proyecto, lo que le dio oportunidad de adentrarse en el personaje desde el primer draft. “Era una comedia donde había personajes, situaciones construidas, un plot que crecía y que requería que hubiera esa complejidad y esos altibajos. Desde que lees el guión te das cuenta que no es una comedia fácil, tonta, como hay muchas, sino que era una comedia que sí requería de un trabajo, un rigor y ese fue el trabajo del que hablamos. De ese trabajo que para nosotros fue el más divertido, pero fue chamba, fueron horas y horas de discusiones muy extrañas. La actuación y la creación son de pronto casi esotéricas porque sin ninguna explicación empiezan a suceder las cosas. Pero cuando estás hablando sobre el bisabuelo o el abuelo de los personajes, todo eso sirve, de alguna manera mágica aunque no sea necesario, funciona”.
Y eso, dice el actor de 48 años, se ve en pantalla.