Entrevista con Paola Lara de Vuelven
Paola Lara ahora tiene 14 años, pero tenía 11 cuando filmó Vuelven, la película con la que la cineasta mexicana Issa López ganó el premio a la mejor dirección en la categoría Horror del Fantastic Fest, así como cinco categorías en el Scream Fest. Paola interpreta a Estrella, la protagonista de esta historia sobre espectros pero también, y más que nada, sobre una cruenta realidad que ha dejado a muchos niños en la orfandad.
Después de una balacera en las cercanías de su escuela, su maestra le da a Estrella tres pedazos de gis que simbólicamente representan un deseo cada uno. Cuando llega a su casa, no está su mamá y ya nunca regresa. Entonces pide su primer deseo: que su madre vuelva. Y lo hace, pero no de la forma que ella imaginaba. Asustada, huye de su casa y va con un grupo de niños comandado por El Shine (Juan Ramón López). Aunque en principio no la aceptan, una funesta consecuencia, pero sobre todo su empatía, la convierten en parte del grupo.
Paola tuvo dificultades para ser aceptada por estos niños no solo con su personaje, sino también ella misma. “Por esta parte del machismo, tanto a mí como a Estrella, mi personaje, no las querían integrar al grupo. Cuando me encuentro con ellos, en un taller que tuvimos semanas previas, se presentaba esta barrera: tú eres mujer, tú vas de un lado, nosotros como hombres vamos de otro. Sí fue difícil tanto para Paola como para Estrella, pero creo que al final hicimos una familia hermosa y se ven los resultados. Esa barrera que había al principio, se rompe, y tanto los actores adultos como los actores infantiles o adolescentes, se unen, se hace un trabajo espectacular y aquí tenemos lo hecho”.
El taller al que hace referencia Paola es uno de actuación que tomaron los niños durante seis semanas con Fátima Toledo, quien apoyó a los actores de Ciudad de Dios, la exitosa y cruda película brasileña sobre la vida en la favela aludida en el título. “Fue difícil al principio porque era trabajar con las emociones. Venimos, la mayoría de los adolescentes, de un aprendizaje actoral que es solo hacerlo, y lo haces porque lo haces, mas no lo sientes. Y gracias a Issa López y a Fátima Toledo aprendí eso, a que no solo se dicen las cosas, sino se sienten”.
–¿Qué te gustó del personaje de Estrella?
PL: Que es la primera vez que descubro mi lado, no oscuro, sino mi otra parte: el sentimiento. Siempre había hechos cosas de risa, mas nunca de miedo y mucho menos imaginarme que no tengo mamá porque a Estrella eso le pasa.
–¿Te asustó algún momento de la filmación o las locaciones?
PL: Sí, de las locaciones puede ser la Posada del Sol, que es donde se filmó la mayor parte. Hay una escena en la que se puede ver un túnel donde están todos los muertos y la sacan a gritos. Eso fue muy difícil tanto para Paola como para Estrella porque era de estoy sola, me persigue alguien que me quiere matar y entro a un cuarto con los muertos. Estrella veía a los muertos. Entonces, que te estén persiguiendo por un buen rato es muy difícil, muy incómodo. Y me espanté mucho porque tenía como 11 años y a una niña de 11 años le ponen a muchos personajes disfrazados de muertos y que la persiguen por horas y horas, sí es muy aterrador.
–¿Qué escena te gustó más?
PL: Puede ser en el momento que Estrella con su deseo le trata de quitar la cicatriz a Shine. Es como la empatía, Estrella de no tener una mamá, sin embargo se puso en los zapatos de Shine, la tenía, y Shine recorre gran parte de su vida con un rencor, de tener las ganas de matar a la persona que mató a su mamá. Sin embargo, por el miedo, por muchas cosas no lo puede hacer. Es ese momento en que se ven Estrella y Shine cara a cara y se dicen, no lo dicen verbalmente, sino con una mirada se pueden decir mil palabras y ahí se ve cómo se querían los personajes, las personas, tanto Juan Ramón y Paola, Shine con Estrella. Es ese momento en el que digo: a pesar de que no querían a Paola o a Estrella, Estrella le pudo demostrar el amor, que no es simplemente familiar, el que tú estás pasando por la misma situación que él, pero le das tu amor y él sana. Creo que esa escena marcó mi vida, la tengo presente en mi memoria y jamás la olvidaré
–¿Por qué recomendarías a los chicos de tu edad a que vean la película?
PL: Porque Vuelven se habla del terror, del horror, pero también está vinculada con la fantasía con la esperanza. Es la realidad que se está viviendo tanto en México como en Siria, como en todo el mundo: niños que se quedan sin una casa, sin un techo, sin mamá, sin papá y que la esperanza es lo último que se pierde. Es una película que te deja con muchas lágrimas, con mucha risa, con miedo, pero siempre hay una luz que te guía y esa luz jamás se apagará.