Vadhir Derbez sacrifica su físico en Dulce Familia
A Vadhir Derbez le pareció que Dulce familia, película que estrena este 10 de mayo, tiene una buena combinación entre comedia y una serie de temas arriesgados (como el de las relaciones familiares o el de la imagen a costa de cualquier cosa) que lo hicieron aceptar el papel de Beto.
Para hacer su personaje, Vadhir se sometió a una transformación física. “Me dijeron que tenía que engordar (subió unos 16 kilos) porque querían que Tami (Fernanda Castillo) y Beto fueran una parejita más rellenita. Y no solo eso, me dijeron que me querían sin cabello. Mucha gente cree que nomás me pusieron algo arribita y falso, pero sí me raparon. Tuve que dejarme como gordo en tobogán. Fue hasta eso fácil engordar, pero el pedo fue, terminando la película, bajar los kilos. No tenía ningún incentivo para hacer eso, entonces al regresar a casa dije ya puedo regresar a cuerpo fitness, pero dices no pasa nada si me tomo una malteada o me como una pizza, y sigues en ese círculo. Me costó varios meses más regresar a eso. Hasta que tuve un proyecto, el de Veinteañera, divorciada y fantástica: el guion decía, y lo tenía a un mes y medio casi casi, ella observa su torneado pecho y el abdomen. Me puse ese mismo día a dieta y a hacer ejercicio”.
Para Vadhir, hijo de Eugenio Derbez, es importante que al elegir un proyecto en principio el guion le entretenga. Además de que no le gusta estar haciendo siempre el mismo personaje. “Siempre busco hacer cosas distintas dentro de lo que se puede, y que me saquen de mi zona de confort, así sea físicamente, como este papel, o La caída del centauro, donde hice a un sicario, una cosa totalmente diferente. Trato de no quedarme en el mismo estereotipo. Si veo un guión y el papel es algo que nunca he hecho, y veo que lo puedo explotar y jugar con el personaje, eso me llama mucho más la atención”.
Lo importante, dice, es seguir buscando retos y ver que cada proyecto es un mundo distinto. “Eso hace que no sea un trabajo aburrido en el que sigo haciendo lo mismo todos los días”.
Dice Vadhir que fue muy fácil trabajar con sus compañeras de reparto en Dulce familia. “Yo a Fernanda ya la conocía, entonces había buena vibra, buena química, nos llevábamos muy bien, eso facilitó muchísimo. Es muy linda, muy profesional. A Regina Blandón la conozco desde hace demasiados años. Hubo muy buena relación entre todos y más saliendo del set, porque estábamos en el mismo hotelito y nos íbamos a desayunar o a cenar después de la filmación. Fue bastante grato estar con ellas porque es gente que también propone en el set, que también se arriesga a jugar, a improvisar, a hacer el ridículo. A mí me encanta improvisar”.
En ese sentido, dice Vadhir que les dieron un amplio margen para hacerlo. “No me acuerdo qué tanto improvisaron ellos, pero sí me acuerdo que en cada toma yo trataba de jugar con algo distinto y ver qué funcionaba y qué no, siempre respetando la historia, no saliéndome. Eso es importante porque ya no te dejan improvisar si cambias el sentido de la escena. Siempre trato de agregarles botoncitos o cosas cagadas y la mayoría de las veces siempre me lo dejan. Eso es padre, eso lo hace mucho más divertido para mí”.
Vadhir, quien hace unos años lanzó un EP como cantante, piensa seguir su carrera en la música. Ya lanzó el sencillo “Mala”, tema del género urbano. “En el lado de la música, es algo que llevo haciendo desde chavito, ha sido mágico. Pero me apasiona la música con todo mi ser, y muero por explorar ese lado que también tengo, pero a ver qué tal me va. Y seguramente cuando tenga que hacer giras y tours o lo que sea, voy a tener que decir no a muchos proyectos de actuación. Y viceversa. Ahí es donde ya no sé que voy a hacer, es un problema para el Vadhir del futuro, pero ahorita he visto que se compaginan muy bien”.